Hoy voy a hablaros de los otros dos virus de fiebre hemorrágica que existen. La fiebre hemorrágica de Marburg y la fiebre hemorrágica de Lassa. Estos dos, junto con el ébola (Del que ya he hablado), constituyen los tres virus de FHV (Fiebre hemorrágica Viral).
Dado que ninguna de las fiebres hemorrágicas tiene cura, es un gran peligro por su posible uso en bioterrorismo.
La fiebre hemorrágica de Marburgo es una enfermedad grave y de alta letalidad, provocada por un virus de la misma familia que el virus de la fiebre hemorrágica del Ebola.
No se dispone de vacuna ni de tratamiento específico para ninguna de estas dos enfermedades. A pesar de que durante años se han realizado investigaciones minuciosas en centenas de mamíferos, insectos y plantas, no se ha logrado identificar ningún reservorio ni ninguna fuente ambiental de estos virus. Los monos pueden infectarse, pero no se consideran reservorios viables, puesto que prácticamente todos los animales infectados mueren demasiado rápidamente como para permitir la supervivencia del virus. Se piensa que los seres humanos no forman parte del ciclo de transmisión natural y que su infección es accidental.
Es una enfermedad mucho menos conocida y estudiada que el Ébola, por su menor incidencia. en humanos.
En cuanto a la fiebre hemorrágica de Lassa, se transmite a los humanos a través del contacto con alimentos o enseres domésticos contaminados por la excreta de roedores. La enfermedad es endémica en los roedores de algunas zonas de África Occidental. También puede transmitirse de persona a persona y en laboratorios, especialmente en hospitales donde no se toman medidas adecuadas de control de la infección. El diagnóstico rápido y su tratamiento inmediato son fundamentales. Tampoco tiene una cura conocida.
Como ya os he dicho, las fiebres hemorrágicas NO tienen una cura conocida aún. Debido a esto y a que son enfermedades de rápida propagación, un brote de esta enfermedad por Bioterrorismo, es más que evidente que puede producir unos daños devastadores a la población a la que se ataque. Una vez más, la rara exposición a estas enfermedades puede llevar a un diagnóstico tardío de la enfermedad, llevando sin duda, a estas personas a la muerte.
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