Hola bloggeros:
El tema que hoy os trato “El enfisema pulmonar” pero antes de entrar en profundidad en ese tema, es necesario que tengáis en cuenta ciertos datos.
En el pulmón del ser humano existen alvéolos pulmonares que son divertículos o pequeños espacios en forma de saco, donde sucede un intercambio entre el aire que recibimos del exterior mediante la inspiración con la sangre del cuerpo, en este intercambio el dióxido de carbono es eliminado en la exhalación para poder mantener el oxígeno en el interior. En el cuerpo el ser humano posee alrededor de 300 millones de alvéolos pulmonares funcionales.
El enfisema pulmonar debilita este intercambio; debido a la contaminación y otros problemas medioambientales, en especial en las ciudades donde el smog es un factor permanente, sumado al consumo de tabaco y el humo de segunda mano: la frecuencia en que se diagnostica enfisema en las personas ha aumentado de manera considerable , afectando a grandes sectores de la población mundial.
El enfisema pulmonar, a grandes rasgos, es una enfermedad que produce falta de aire y tos debido a que provoca el agrandamiento de los alvéolos pulmonares de forma permanente, dañándolos de tal manera que se obstruyen para dificultar y disminuir la función respiratoria que convierte el dióxido de carbono y purifica el aire para obtener oxígeno. El aire en estos sacos entra en mayor cantidad, pero el problema se presenta al tratar de eliminar ese aire, lo cual causa que la sangre no pueda ser oxigenada y la contamina mientras circula el cuerpo durante el bombeo de sangre. La enfermedad tiene un proceso lento y progresivo que se manifiesta de manera generalizada y con carácter crónico, es decir permanente.
Los alvéolos en el enfisema pulmonar no solo se agrandan de tal manera que su capacidad se vea aumentada como sacos de aire inflados, también se dilatan sus paredes y se estrechan las vías respiratorias impidiendo el ingreso de la sangre en sus cavidades. Los sacos de aire entonces se destruyen y generan un daño irreversible que se verá reflejado en todo nuestro organismo, pero que podría ser parcialmente atenuado al dejar de fumar o alejándose de la fuente de contaminación.
Existen muchas causas para el enfisema pulmonar, pero la más común, resulta ser intencional y provocada por el consumo de tabaco o cigarrillos, que contienen productos químicos que dañan las paredes de los alvéolos que eliminan sus propiedades elásticas; es innegable además, que el humo de segunda mano también puede provocar enfisema a largo plazo. El medio ambiente también es un factor de riesgo pues el smog en las ciudades también debilita las capacidades respiratorias, y también se encuentra el factor industrial que podría causar daño pulmonar al exponerse a químicos y emanaciones de gases tóxicos en su lugar de trabajo o cerca de su vivienda.
Aunque esta es la causa principal, también hay otros elementos que se pueden tomar en cuenta para determinar la posibilidad de generar enfisema, que puede ser:
• La edad avanzada, especialmente en el género masculino, cuando se pierden las capacidades elásticas, no solo de las zonas musculares, sino también a nivel celular y por consiguiente a nivel pulmonar y respiratorio.
• El contraer bronquitis crónica, que debilita el funcionamiento de los pulmones y del sistema respiratorio.
• Deficiencia de alfa-1 antitripsina, que es un químico producido en los pulmones que protege a los pulmones de este daño. Sin embargo esta es una patología de carácter hereditario.
• El asma también podría producir enfisema, y también puede ser generada de manera hereditaria o debido a la edad. Sin embargo los tratamientos para evitar la enfermedad han resultado exitosos si el diagnóstico es oportuno.
El tratamiento médico contribuye a aliviar los síntomas y prevenir el agravamiento de la enfermedad. El mismo incluye: Dejar de fumar, evitar la exposición a contaminación ambiental, administración de oxigeno, antibióticos, ejercicios de respiración, reducción del volumen pulmonar ( intervención quirúrgica en la que se extraen las zonas de pulmón afectadas para posibilitar que éste mejore su funcionamiento).
Pero lo mejor de todo sería la prevención para que no apareciera esta patología, las medidas de prevención más usuales son: no fumar, mantener hábitos de vida saludables, minimizar la exposición a la contaminación ambiental…
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