domingo, 4 de noviembre de 2012

Chagas: clínica de la enfermedad

Para terminar con este tema, hoy os hablaré de la clínica del mal de chagas. En concreto, me centraré en la patogenia de la enfermedad, cómo se diagnostica y que tratamiento existen hoy en día para su curación.

Signo de Romaña



En el hombre, la enfermedad presenta tres estados: la fase aguda, poco después de la infección, la fase indeterminada y la fase crónica.

En la fase aguda, aparecen el Chagoma y el signo de Romaña. Son dos síntomas característicos de esta enfermedad. El signo de Romaña se presenta como un edema palpebral unilateral, indoloro, frecuentemente acompañado de conjuntivitis (persiste por 30-60 días). Debe ser diferenciado de la reacción inflamatoria de la conjuntiva (que persiste sólo por 3-7 días) que se produce si la infección tuvo lugar en el ojo. El Chagoma (que persiste por 30 y 60 días) es la lesión inflamatoria que se produce en el lugar de la picadura, es decir, en el lugar de entrada del parásito, y puede ser poco o nada doloroso.


La fase indeterminada suele ser asintomática, pero pueden presentarse fiebre, anorexia, linfadenopatía, hepatosplenomegalia leve y miocarditis. La infección persiste, pero no se presentan síntomas clínicos (estos pueden reaparecer más adelante).


 En la fase crónica, la enfermedad afecta al sistema nervioso, al sistema digestivo y al corazón. Infecciones crónicas dan como resultado desórdenes neurológicos como por ejemplo la demencia. Los corazones de pacientes chagásicos crónicos sufren grandes insuficiencia cardíacas, adelgazamiento de las paredes ventriculares, aneurismas apicales y trombos murales. También presentan una fibrosis intersticial y atrofia de las células del miocardio. Hay evidencias que indican que la supervivencia de los parásitos en el miocardio estimula un proceso inflamatorio crónico que a menudo acaba causando alteraciones del ritmo y miocardiopatías. El sistema digestivo presenta también ciertas alteraciones en los pacientes chagásicos: gran dilatación del tracto digestivo, hipertrofia muscular de órganos digestivos afectados (megacolon y megaesófago), problemas de deglución (que a menudo derivan en procesos de desnutrición), etc.

VÍDEO EXPLICATIVO SOBRE LAS ETAPAS DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS

En cuanto al diagnóstico, el primer paso es el estudio de la historia clínica y una anamnesis, con la que poder determinar si el paciente estuvo expuesto con anterioridad al T. cruzi. Seguidamente, es necesario detectar el parásito mediante pruebas de laboratorio o detectar anticuerpos específicos contra este agente. A menudo deben realizarse pruebas como biopsias de linfonodos o aspirados de médula ósea, líquido pericárdico o líquido cefalorraquídeo.

Cuando en un paciente, cuya clínica y antecedentes sugieren que el parásito está presente, las pruebas no son suficientes para diagnosticar la enfermedad, se debe realizar un cultivo (de sangre u otros líquidos) para detectar la presencia del parásito. Estos cultivos requieren al menos varias semanas para que los resultados puedan considerarse como validos, y esta retraso a la hora de comenzar con el tratamiento puede empeorar el cuadro clínico agudo del paciente.

En el caso de que la enfermedad pueda tener origen congénito, se deben de realizar exámenes microscópicos de la sangre del cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento. Los análisis serológicos para detectar la presencia de anticuerpos en el bebé no son válidos hasta 6-9 meses más tarde.

Los medicamentos disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Chagas son el Nifurtimox y Benzinidazol; no son medicamentos muy efectivos, ya que tasas de curación sólo rondan el 60 ó 70%. En la fase aguda, ayudan a controlar la enfermedad y disminuyen la probabilidad de cronicidad en más de un 90% de los casos. En la fase indeterminada el tratamiento es efectivo, pero demostrar la curación en los pacientes puede tardar años. En la fase crónica de la enfermedad no se reconocen efectos. Además, existe tratamiento para los síntomas producidos por los daños en órganos como el corazón y el sistema nervioso. Actualmente, existe un nuevo medicamento, el posaconazol, que es capaz de aniquilar al parásito T. cruzi, impidiendo su supervivencia.
Sin tratamiento, la enfermedad de Chagas puede ser mortal (debido, generalmente, a las miocardiopatías).

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