La diarrea del viajero

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Todos hemos oído hablar alguna vez que de la diarrea del viajero. Clínicamente se conoce como giardiosis o infección por giardia. Se trata de una infección común del intestino delgado causada por un parásito Giardia lamblia. Se trata de un parásito microscópico unicelular que vive en el intestino de las personas y se transmite a través de las heces de una persona o animal, o a través del agua, los alimentos o las superficies que hayan estado en contacto con estas heces contaminadas y se hayan infectado.

La sintomatología no aparece hasta 7-14 días después o, incluso, en algunos casos pueden no desarrollarse los síntomas (generalmente, los niños suelen no presentar síntomas). Una vez superada la infección, se han detectado casos en los que ciertos síntomas persisten en el tiempo. Esta cronicidad puede causar complicaciones (como desnutrición o retardo en el crecimiento y síndrome de malabsorción si el enfermo crónico es un niño).

El síntoma inequívoco es la diarrea repentina (pastosa o líquida, amarilla, maloliente y con moco), que va acompañada de gases o distensión abdominal, dolores de cabeza, fiebre, náuseas, pérdida de líquidos y de peso, entre otros.

Para diagnosticar esta enfermedad se realiza una analítica de las heces del paciente, para determinar la presencia de la Gjardia y/o sus huevos. A menudo  es difícil la visualización en una primera prueba, por lo que se realizan exámenes de heces seriados. También se realiza la prueba inmunitaria ELISA, con la que se pretende detectar anticuerpos y antígenos específicos. Ocasionalmente se examina el jugo duodenal y con menos frecuencia se realiza una biopsia del duodeno.

Una vez hecho el diagnóstico, el tratamiento administrado variará según la sintomatología. Si no hay síntomas o éstos son leves, a menudo se prescinde del tratamiento (la infección puede desaparecer por sí solas al cabo de unas semanas). En cambio, si los síntomas son graves o no desaparecen, o si la persona infectada puede suponer un alto riesgo de infección (sobre todo para colectivo sensibles, como niños o ancianos), es imprescindible el tratamiento farmacológico (los medicamentos más empleados son: secnidazol, metronidazol, tinidazol, albendazol y furozalidona. Generalmente, la mayoría de las personas responde bien al tratamiento.

La mejor manera de prevenir la giardiasis es practicar una buena higiene, incluyendo el lavado de manos frecuente y una práctica sexual segura. No debe consumir agua que pueda estar contaminada. También debe pelar o lavar la fruta fresca y verduras antes de comer.