jueves, 15 de noviembre de 2012

La lluvia ácida y sus efectos sobre la salud

La lluvia ácida se ve, se siente y sabe igual que la lluvia limpia. 

Se forma cuando centrales eléctricas, fábricas y vehículos, a partir de la combustión de productos derivados del petróleo, emiten a la atmósfera grandes cantidades de gases como SO2, dióxido de azufre, y NOx, óxidos de nitrógenos. Estos reaccionan en la atmósfera, formando partículas finas de sulfato y nitrato que pueden ser transportadas por el viento a grandes distancias y ser inhaladas profundamente dentro de los pulmones de las personas, o que se precipitan al suelo cuando llueve.

Caminar bajo la lluvia ácida o incluso nadar en un lago ácido no es más peligroso que caminar o nadar en agua limpia, ya que prácticamente no existen daños directos sobre los seres humanos. Sin embargo, los contaminantes que produce la lluvia ácida (los sulfatos y los nitratos), sí son gravemente perjudiciales para la salud. Podemos decir que los efectos son, por tanto, indirectos.


Por ejemplo, los contaminantes del aire pueden causar enfermedades respiratorias, como el asma o la bronquitis crónica.  La acidificación de las aguas subterráneas (que tras su tratamiento son empleadas como agua potable) contienen elevados niveles de metales pesado como el plomo, que pueden provocar daños en los huesos, riñones e hígado.

Además, la lluvia ácida: 

1.    Sobre el suelo: promueve la pérdida de elementos minerales básicos como potasio, magnesios o calcio, acidifica los terrenos y permite la infiltración de metales tóxicos como el cadmio, níquel, manganeso, plomo o mercurio (que, como mencioné antes, pueden infiltrarse a las corrientes de agua subterráneas).
2.    Sobre los animales: afecta los ciclos biológicos y reproductivos de algunas especies, produciendo una alteración en la cadena trófica.
3.    Sobre edificaciones y objetos: los compuestos químicos corrosivos y pueden hacer que la pintura se desprenda de los automóviles y edificios, disolver el carbonato de calcio, estropeando monumentos y edificaciones construidas con mármol o caliza.
4.    Sobre la vegetación: acaba con los microorganismos fijadores de nitrógeno. Los efectos de la lluvia ácida sobre el suelo repercuten en la nutrición de la vegetación, haciendo que esta sea más vulnerable a las plagas u otras enfermedades.
5.    Sobre lagos, ríos y mares: provoca una acidificación el pH, dificultando el desarrollo de la vida acuática, aumentando el número de peces muertos y afectando también a la cadena alimentaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario